Peligro en Ojinaga

La crecida del río Conchos obligó la tarde de ayer al cierre de la carretera libre Chihuahua-Ojinaga, a la altura del puente de la población de El Tecolote, sobre el kilómetro 222.5, lo que dejó a más de diez comunidades rurales incomunicadas vía terrestre.

Autoridades locales y estatales procedieron al desalojo de poco más de 900 personas que viven en las zonas bajas de estas localidades, así como de las colonias Emiliano Zapata, Barrio el Progreso y parte de la Constitución, que se ubican en la zona urbana, a un costado de la franja fronteriza con Presidio, Texas.

La creciente del río obligó a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) a desfogar mil 100 metros cúbicos a partir del pasado sábado por los vertederos de la presa Luis L. León, mejor conocida como El Granero, cuando durante la semana se liberaban en promedio 400 metros cúbicos menos.

El oficial González Burciaga, de la unidad 10252 de la Policía Federal Preventiva, informó la tarde de ayer que el cierre parcial del tramo se efectuó a unos 500 metros del puente El Tecolote y que el cierre total se efectuaría durante la noche, una vez que el nivel del agua tapó por completo la cinta asfáltica.

"Se reventó el bordo y se salió del cauce, ahorita sale menos agua de El Granero que la que ingresa", dijo el efectivo, "acá se forman dos embudos naturales del río Conchos, pero se busca controlar la corriente lo más que se puede", añadió.

El bordo de aproximadamente dos metros de altura, en que se encuentra la carretera, era rellenado con tierra por la Dirección de Obras Públicas del municipio, para evitar mayores daños en el asfalto. En esta zona la corriente arrasó con varias huertas nogaleras y cultivos de alfalfa.

Los trabajos de prevención iniciaron desde hace una semana e incluso en varios domicilios y negocios la gente, que mucha ya abandonó sus viviendas, levantó en las puertas barricadas de costales con arena, con la intención de que la corriente no ingrese al interior.

Personal de la Comisión Nacional del Agua, así como del Gobierno del Estado y del Municipio, ayer todavía realizaba trabajos de reforzamiento del bordo, con 25 camiones de volteo y treinta máquinas, para evitar que el agua se metiera a la zona urbana.

Los trabajos enfocados al ensanchamiento y elevación del bordo, que mide doce metros de altura, ayer al mediodía tenía un nivel de agua mayor a los cinco metros, aún cuando la crecida del río, por el desfogue en El Granero, todavía no llegaba.

Israel Tarín, director de Obras Públicas, informó que las comunidades de El Mezquite, La Colmena, Palomas y Montemarqueño, entre otras, permanecían incomunicadas hasta ayer.

En el Mezquite el agua destruyó el terraplén del camino en ambos costados, mientras que la crecida del arroyo El Mulato aisló Palomas y Montemarqueño, pues en algunos puntos se metió al camino.

"Todas las áreas del municipio atienden los puntos de riesgo y estamos pendientes de lo que pueda ocurrir", aseguró el funcionario.

Indicó que la Unidad de Protección Civil local mantiene comunicación directa con estaciones locales de radio, para alertar a la ciudadanía sobre posibles evacuaciones o medidas a tomar durante la llegada de la contingencia, con especial atención a las colonias Progreso, Emiliano Zapata y Constitución.

Por su parte, el Ejército Mexicano aplicó el Plan de emergencias DN-III y colaboró en la habilitación de albergues en las instalaciones del DIF Municipal y el salón de actos de la escuela Francisco Sarabia; hasta la tarde de ayer sólo el primero se encontraba ocupado con pocas personas, mientras que el otro aún estaba vacío.

Isaac Olivas, jefe de la Unidad Estatal de Protección Civil, señaló que muchas de las personas evacuadas de sus hogares acudieron a las casas de sus familiares para quedarse ahí en lo que pasa la alerta.

La gran mayoría de las personas que se vieron obligadas a dejar sus viviendas, dejaron en sus puertas de acceso barricadas de costales con arena, para buscar que el agua se introduzca en las habitaciones.

El Heraldo de chihuahua