Salió del bar para hablar por teléfono
Testigos que estuvieron en el interior del bar Río Rosas afirmaron que un agente de la Policía Ministerial estuvo en el sitio momentos antes de la masacre, con las personas que buscaban los sicarios que mataron a 11 clientes del lugar.
El agente, de acuerdo con las versiones recabadas, estuvo saliendo en ocasiones a hablar por teléfono y fue escuchado cuando decía que "José" y "El Indio", dos de los ejecutados, se encontraban en un privado del bar al que regularmente acudían.
El identificado como "José" fue quien pidió el privado, mientras "El Indio" y el agente de la Policía Ministerial esperaban en el interior. José se metió al lugar con otras dos personas, su gente, mientras que los otros dos se salieron.
El ministerial y El Indio estuvieron un momento en el privado y pidieron que les llevaran la cuenta al lugar de todo lo que pidieron de beber. Sin embargo, después de un rato se salieron y se quedaron en la barra platicando con las meseras.
Al comenzar la música en vivo con el Mariachi Zapopan dejaron el privado y se sentaron en una mesa grande del bar. A José, de acuerdo con los testigos, le había llamado la atención que el ministerial se salió a hablar por su teléfono celular en varias ocasiones.
Un guardia, aseguraron, escuchó cuando por celular avisó que José estaba en el privado.
El policía se fue del lugar poco antes de que llegaran los sicarios y masacraran a buena parte de los que estaban presentes.
Los sicarios, según los mismos testigos que aceptaron la entrevista exclusiva con El Heraldo de Chihuahua a cambio del anonimato, estaban vestidos de verde con gris, tipo militar, según las apreciaciones, y 4 de ellos ingresaron al bar mientras que uno se quedó en el exterior listo para abordar la camioneta en la que se fugaron.
Antes de la masacre, relataron, escucharon 4 balazos afuera y algunos empleados se tiraron al suelo. Luego entraron los sicarios y les gritaron: "tírense al suelo o se los va a cargar la chin...". Los sobrevivientes de la masacre describieron que posteriormente comenzaron a oír las metralletas, sin alcanzar a ver todo porque se escondieron en la barra, entre hieleras y en lo que pudieron.
Tras los balazos, dijeron, sólo quedó el chillido de los micrófonos que había dejado abiertos el mariachi.
"Volteamos a ver a los lados y un regadero de sangre, toda la barra estaba salpicada, cuerpos por todos lados que tuvimos que andar saltando para salir", narró uno de los sobrevivientes.
Las meseras, dijeron los testigos, estaban histéricas, llorando. Fue así como salieron del lugar en lo que llegaban ambulancias y patrullas.
A El Indio, dijeron los testigos, fue al primero que le apuntaron y mataron de varios balazos.
A José lo mataron en el baño y "se dejaron caer con él, porque le dispararon hasta que se les acabaron las balas, volvieron a cargar y le volvieron dar hasta dejarlo deshecho".
Todos los sicarios estaban encapuchados e iban en una camioneta en la que se quedó el conductor.
A una de las víctimas mujeres, que se encontraba bebiendo con los que eran buscados por los sicarios, le desgarraron un brazo a balazos y un integrante del mariachi fue herido en un glúteo.
El que los testigos sólo llaman José, de acuerdo con los reportes oficiales de la Procuraduría General de Justicia, es el que fue identificado como Jesús José Rivera Mendoza, mientras que el alias de El Indio no ha sido adjudicado a ninguno de los que estaban en el lugar acompañándolo.
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