Reclama hermana cuerpo de Arturo Beltrán Leyva

Felícitas Beltrán Leyva, hermana, y Érika Beltrán Martínez, prima, así como una amiga de la que se desconoce su nombre, son las tres mujeres que ayer, poco después de las 15.00 horas se presentaron a la Procuraduría General de Justicia, a reclamar el cadáver de Arturo Beltrán Leyva, "El Barbas" o "El Jefe de Jefes".

Tras cumplir con los requisitos de rigor, las mujeres pudieron llevarse el cadáver del presunto "capo de capos" del narcotráfico, en una carroza de la funeraria "Hispano Mexicana", con destino a las instalaciones de esta empresa localizada en la avenida Morelos Sur de la capital del estado.

Con esa acción, bajó un poco la tensión y el temor que desde la mañana de este jueves, se padecía y percibía entre las filas de empleados de la Procuraduría General de Justicia y de la Policía Ministerial, cuando, a pesar de las informaciones de la Secretaría de la Marina de que "los cueros de los siete sicarios" caídos en el enfrentamiento con los militares en el complejo habitacional de "Altitud", sus cadáveres serían remitidos a la Procuraduría General de la República, éstos fueron enviados al Servicio Médico Forense de la Procuraduría General de Justicia del Estado.

Sin embargo, en medio de la discrecionalidad obligada, se logró saber que el cuerpo del "Jefe de Jefes" fue llevado a la sede de la Funeraria "Hispano Mexicana", donde tras los trabajos de embalsamamiento que se estima tardarían más de 10 horas, el cadáver de este presunto capo del cártel de Sinaloa sería trasladado a su tierra natal, el pueblo de Badiraguato en Sinaloa.

A la par, desde el pasado miércoles 16, la incertidumbre ha tenido altibajos muy marcados, pues lo mismo se han hecho correr rumores de enfrentamientos entre sicarios de "Los Beltrán Leyva", con policías locales, que con elementos militares o de la Marina. Pero en la mayoría de los casos no han pasado de ser rumores; eso no evita la inquietud social y la indignación que invade a los morelenses, ante tanta movilización de policías, militares y marinos, que por desgracia no han evitado la muerte de gente inocente.

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